Hoy quiero compartir unas bellas y dolorosas frases, extraídas de la genial película de Adolfo Aristarain, Lugares Comunes.
Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree, es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia.
La lucidez es un don y es un castigo…
La lucidez es dolor y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría será, el placer de ser consciente de la propia lucidez. El silencio de la comprensión, del mero estar. En esto se van los años, en esto se fue la bella alegría animal. (
Despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez, sin límites, sin piedad.
Enseñar es mostrar, no adoctrinar. Pero dando a conocer el método para entender, analizar, razonar, y cuestionar toda información.
La lucidez es un don y es un castigo. La lucidez es dolor y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría será, el placer de ser consciente de la propia lucidez. El silencio de la comprensión, del mero estar. En esto se van los años, en esto se fue la bella alegría animal.
Te invito a ver la película completa, una película tan lúcida como desgarradora, que no te dejará indiferente.
[sgmb id=»1″]